5 feb 2010

Rojo y negro de Stendhal (Henri Beyle)

Rojo y Negro es una novela que gana en cada página que avanzas, tornandose cada vez más dinámica y emocionante. Enmarcada en la Francia del S.XIX el protagonista principal (hijo de un carpintero) va trepando por la escala social gracias a los dos principales valores que parece reflejar el tiempo: la hipocresía y la codicia de correr trás lo que otros parecen desear ( se impone la relfexión de si en estos últimos siglos hemos cambiando en algo).

Puede leerse como una novela romántica pero sin duda es mucho más que eso gracias a la riqueza y fuerza de sus personajes.

Frases de Rojo y Negro:

-Y la importancia, señor, ¿no es nada?. El respeto de los necios, la estupefacción de los niños, la envidia de los ricos, el desprecio del sabio.

- La malicia del campesino pudo más que la malicia del hombre rico que no suele necesitarla para vivir.

- Pensaba en las pasiones lo mismo que nosotros pensamos en la lotería: sabiendo que es engaño cierto y felicidad perseguida por locos.

- La pureza del alma, la ausencia de emociones rencorosas, prolongan sin duda la duración de la juventud.

- Las verdaderas pasiones son egoistas

- La verdad es austera

- Parece como si temiera gustar a quien con ella habla.
  ¡Hace bien! El arte de seducir empieza por ahí.

- En los carácteres atrevidos y orullosos como el suyo, sólo hay un paso entre la cólera contra uno mismo y el mar humor contra los demás.

- Un aspecto triste no resulta de buen tono, lo que hay que tener es un aspecto aburrido. Si se está triste, es que algo le falta, que algo no le ha salido bien. Es como mostrarse inferior. Si usted está aburrido, al contrario, lo inferior es precisamente  aquello que ha tratado de distraerlo a usted en vano.

-Nunca los hombres que frecuentan los salones se levantan por la mañana con el siguiente pensamiento punzante: "¿Cómo podré comer hoy?" ¡Y luego se alaban por su probidad! Y si los llamamos a formar parte de un jurado, condenan orgullosamente al hombre que ha robado un cubierto de plata porque se sentía desfallecer de hambre. >>Pero en cambio, cuando está en la corte, si se trata de ganar o de perder una cartera, mis honrados cliente de salón cometen crímenes exactamente igual a los que la necesidad de comer ha inspirado

2 comentarios:

Anónimo dijo...

BIEN

Anónimo dijo...

Excelente libro. Excelente blog.